A pesar de lo que muchas veces se dice, el divorcio no tiene necesariamente que ser un proceso traumático para los hijos. Es una fase de cambios, sí, pero atendiendo a una serie de cuestiones la cosa puede ser llevadera. Vamos a verlas.
Lo primero a tener presente es que más vale un divorcio a tiempo que dilatar de forma artificial un matrimonio fracasado. Si lo tienes claro ponte ya en contacto con nosotros y empezamos con los trámites. Por descontado, los hijos pequeños han de ser ajenos al conflicto para garantizar su estabilidad emocional. Es decir, los padres han de separar claramente los roles de pareja y progenitores.
Cómo comunicarles la decisión
Es clave que los niños de corta edad sean informados sobre la ruptura matrimonial de una forma adecuada y adaptada a su entendimiento. Hay que darles tiempo para que asimilen y entiendan la nueva realidad sin que dejen de sentirse seguros en ningún momento. Ni que decir tiene que un niño no se puede enterar del divorcio de sus padres por terceras personas.
Algunos consejos:
Hablar de la situación con claridad. No hace falta disfrazar la realidad. Basta con explicar con cariño y empatía que la situación familiar va a mejorar con los progenitores o progenitoras viviendo en casas diferentes.
Ser claros con las consecuencias sin cargar sobre nadie la responsabilidad del divorcio. En otro post de Abogados Divorcio Express hablaremos de la llamada “alienación parental” y sus consecuencias nefastas e incluso legales.
Reforzar los lazos de amor y cariño.
Respetar su rutina: domicilio, entorno, actividad, horarios…
Facilitar la relación con el otro progenitor, con el que no convivan los menores.
En último lugar, pero no por ello menos importante, es de importancia capital cerciorarse de que los hijos sepan que no tienen la culpa de la nueva coyuntura familiar. Se trata de reforzar la idea de que se trata de una decisión de adultos. Si los problemas de crianza solían ser motivo de discusión entre la pareja esto puede ser algo más complicado pero hay que tratar de encontrar la manera de sobrellevarlo lo mejor posible.