Cuando se produce la separación de un matrimonio con hijos es habitual que la guardia y custodia de los menores se le otorgue a uno de los progenitores, siempre y cuando no se establezca una custodia compartida. Resulta evidente que el cónyuge que no ha obtenido la custodia tiene derecho a visitar a sus hijos y a comunicarse con ellos. Todos los pormenores sobre el régimen de visitas y de comunicaciones se establecerán en la sentencia judicial de divorcio. Estos procedimientos suelen resultar dolorosos y complejos, motivo por el cual siempre que sea posible es recomendable llegar a un entendimiento y optar por una separación matrimonial en Madrid de mutuo acuerdo.
Regulación del derecho de visitas y comunicaciones
Cuando hay niños de por medio lo primero que hay que pensar es en mantener su bienestar, que no sufran en exceso ante la falta de entendimiento de sus padres. El cónyuge que no recibe la guardia y custodia podrá visitarlos, pero no podrá hacerlo cuando y como quiera, sino que deberá respetar los límites interpuestos en la sentencia. Si bien es cierto, se puede recurrir a la vía judicial para que todos los detalles del régimen de visitas y comunicaciones puedan ser modificados.
En Divorcios Express te contamos que el derecho de visitas se suele establecer los fines de semana alternos y la mitad de las vacaciones escolares de los pequeños. Aunque si se trata de un bebé en período de lactancia, el padre no podrá llevarse al hijo, limitándose las visitas a alguna que otra tarde. Aunque el régimen final de visitas dependerá de cada caso en concreto, la Ley siempre establecerá la situación que considere más beneficiosa para los menores.
Para minimizar el sufrimiento de los niños, lo más adecuado es llegar a un entendimiento entre los cónyuges, de manera que ambos puedan formar parte activa en la vida de sus hijos, participar en su educación o en las decisiones relevantes para su desarrollo personal. La separación matrimonial de mutuo acuerdo supone muchas ventajas para todas las partes implicadas en el proceso, agiliza los trámites para que el cambio sea lo menos doloroso posible. Con el objetivo de garantizar el bienestar de los hijos, es recomendable no empezar una guerra relativa al régimen de visitas y ser lo más flexibles posible en lo que a la relación paterno-filial se refiere.