Cuando hay hijos menores, el divorcio puede llegar a ser realmente complicado. A diferencia de un divorcio express, en este caso el proceso puede llegar a alargarse mucho tiempo debido a cuestiones como la pensión alimenticia, la custodia, o la patria potestad, por ejemplo. Existen múltiples dudas en torno a quién se queda con la patria potestad y de qué forma afecta a la misma el divorcio.
¿Qué es la patria potestad?
La patria potestad abarca todos los derechos y deberes que tienen los progenitores sobre sus hijos no emancipados. La titularidad de la patria potestad es inherente tanto a la maternidad como a la paternidad. Solo por el hecho de ser padres ambos adquieren esa titularidad. El ejercicio de la patria potestad, por su parte, hace referencia al poder de decidir sobre todo lo que incluye la misma, como la educación, la escolarización, los viajes, si hay un cambio de domicilio, temas de salud, administración de los bienes, etc. Se trata de cuestiones en las que ambos padres deben estar de acuerdo.
¿Qué pasa en caso de divorcio?
La patria potestad no se ve alterada en caso de divorcio o separación. Según el art. 92.1 del Código Civil: “La separación, nulidad y el divorcio no eximen a los padres de sus obligaciones con los hijos.”
Generalmente, tanto la titularidad como el ejercicio de la patria potestad corresponden a madre y padre de forma conjunta. Las dos partes deben estar de acuerdo a la hora de tomar decisiones sobre los hijos en todas las cuestiones mencionadas anteriormente, algo con lo que no suele haber problema durante el matrimonio, pero que se complica cuando hay una ruptura de la pareja.
Si se produce un desacuerdo, existe la posibilidad de que una de las partes acuda a un Juez. Este escuchará tanto a los padres, como a los hijos si tienen más de 12 años, y será el que decida cuál de ellos será el encargado de tomar la decisión. En algunos casos en los que los desacuerdos son constantes, el Juez puede llegar a atribuir la patria potestad a uno de los padres de forma total o parcial.