Mel Gibson se coronaba este mes de junio como el protagonista del divorcio más caro de Hollywood. Lo hacía tras aceptar pagar a la que fuera su mujer durante 31 años la mitad de los casi 1.000 millones de dólares que componen su patrimonio. La madre de siete de sus hijos recibirá la mitad de todo lo acumulado por el protagonista de “Braveheart” (1995). Pero este no es el único ejemplo de divorcios express o de otro tipo que se firman con cifras astronómicas de por medio. Vamos a ver algunos de los más destacados.
Aunque Mel Gibson y Robyn Moore llevaban separados desde 2006, no fue hasta este 2018 cuando formalizaron su divorcio en una corte de Los Ángeles. Ante la ausencia de acuerdo prematrimonial, el divorcio se traduce en la división a partes iguales del patrimonio del actor.
Tiger Woods y Elin Nordegren (750 millones de dólares)
En 2010, el golfista estadounidense y la modelo sueca pusieron fin a su matrimonio. El deportista tuvo que desembolsar 750 millones de dólares en el divorcio más caro de la historia del deporte mundial. Hasta entonces, el récord lo ostentaba el jugador de baloncesto Michael Jordan, quien pagó a su esposa Juanita 150 millones de dólares en 2002.
Tom Cruise y Nicole Kidman (85 millones de dólares)
La pareja de actores se divorció en 2001. El protagonista de “Misión Imposible” y “El último samurai” tuvo que dar 85 millones de dólares a Kidman por el divorcio. Desde ese momento, la carrera de la actriz australiana despegó de forma fulgurante.
Paul McCartney y Heather Mills (48 millones de dólares)
El ex beatle se divorció en 2008 de Heather Mills entre acusaciones de malos tratos y vejaciones. El acuerdo económico incluía el silencio de la modelo británica sobre las causas de su separación del artista. En Abogados Divorcio Express somos conscientes de que los acuerdos de este tipo son una de las partes más delicadas en estas situaciones.
Madonna y Guy Ritchie
La reina del pop mantuvo la totalidad de su fortuna (por aquel entonces unos 355 millones de euros), a pesar de que su ex, según las leyes británicas, podría haberle exigido hasta un 50% de las ganancias que Madonna percibió durante los ocho años que duró su matrimonio, roto en 2008.
