Qué impuestos pagas si vendes la vivienda después del divorcio

Cuando un matrimonio se rompe y empieza un proceso de divorcio, hay algunos aspectos como la custodia de los hijos en común, si los hay, el reparto de los bienes, el uso de la vivienda en común o la pensión de alimentos, por ejemplo, que cobran protagonismo.

En lo que se refiere a la vivienda, la venta es una de las soluciones más comunes para tomar caminos separados, y el pago de impuestos es un paso clave. Como abogados especialistas en divorcios en Madrid, somos conscientes de las dudas que suscita el tema de los impuestos. Por eso, a continuación, hacemos un repaso por los impuestos que hay que pagar y cómo se reparten los gastos en caso de vender la vivienda después del divorcio.

Impuestos a pagar si vendes la vivienda después del divorcio

  • Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF): el dinero que se consigue por la venta de una vivienda, forma parte de las ganancias y pérdidas patrimoniales. El IRPF se paga en función de la ganancia patrimonial obtenida. Para calcular la cuantía, se tienen en cuenta los valores de transmisión y de adquisición, así como los costes de reformas realizadas, por ejemplo.
  • Plusvalía municipal: un impuesto que grava el aumento en el valor que ha experimentado el suelo de la vivienda con el paso del tiempo. Aquí entran en juego aspectos como el valor catastral, los años que la casa ha sido propiedad de la pareja, el porcentaje de tributo que ha establecido el ayuntamiento, etc.

Lo importante de todo esto, es tener en cuenta que hay que pagar estos impuestos a la hora de vender la vivienda después del divorcio. Pero, ¿cómo se reparte ese pago? Al tratarse de una propiedad de ambos cónyuges, los gastos de la venta deben asumirse en función del porcentaje que le corresponde a cada uno de ellos.

En Divorcio Express, creemos que es fundamental conocer este tipo de información cuando se lleva a cabo un procedimiento tan complejo como puede llegar a ser el divorcio. Para que todo sea más sencillo, contratar un buen abogado es fundamental.

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