Hay personas que viven divorcios tan sumamente complicados que, cuando por fin terminan todos los trámites, necesitan celebrar su renovada soltería. De esa necesidad han surgido las llamadas fiestas de divorcio. En este post vemos en qué consisten y por qué cada vez ganan más adeptos.
Las fiestas de divorcio
Muchas personas se preguntan por qué, si celebramos bautizos, comuniones, bodas o graduaciones, qué razones hay para no hacer lo mismo con los divorcios express. No en vano, para muchas personas el fin de un matrimonio es el comienzo de una nueva vida de libertad y quieren celebrarlo con su entorno. Para otras personas que lo pasan peor, celebrar una fiesta de divorcio es una forma de lidiar con el trance y de rodearse de amigos para olvidar la pena. Sea cual sea el motivo, tanto ha crecido la demanda de este tipo de eventos que incluso ha emergido la figura del “divorce party planner”. Un profesional que se dedica a organizar fiestas para celebrar divorcios. Negocios que como decimos están en plena expansión. Incluso ha habido casos en los que, ante separaciones amigables, los dos miembros de la ex pareja se unen para celebrar el fin de su matrimonio y poner en valor lo bien que se llevan a pesar de haber fracasado como pareja,
En Abogados Divorcio Express somos conscientes de que hay personas que viven separaciones especialmente duras y que incluso siguen atadas emocionalmente a sus ex parejas. Personas que necesitan ayuda para salir de ahí y para las que estas fiestas pueden ser una especie de vía de escape. También puede ocurrir que la ya ex pareja quiera normalizar la situación con sus amigos y dejarles claro que no hay necesidad de decantarse por ninguno de los dos bandos. Además, estas fiestas de divorcio son para muchos una manera de apoyarse en los amigos para pasar por esa difícil etapa de la vida.
Algunos profesionales del campo de la psicología reconocen que en muchos casos los hombres y las mujeres encajan las rupturas de forma distinta. Por ejemplo, las mujeres son más propensas a compartir sus sentimientos y apoyarse en otras personas en los momentos duros. Sea como sea, cualquier motivo es bueno para encarar el divorcio con optimismo y, como no, con una fiesta.