Una tendencia al alza: bodas y divorcios ante notario

Desde la entrada en vigor de la Ley de Jurisdicción Voluntaria en 2015, y hasta julio 2017, los notarios habían realizado 47.257 nuevos actos de jurisdicción voluntaria. Dicho de otro modo, cada vez más parejas eligen esta opción para casarse o para tramitar divorcios express.

La primera consecuencia de esta tendencia es que los juzgados han visto reducida su carga de trabajo en cuanto a asuntos no contenciosos. Además de ocuparse de la celebración de matrimonios, separaciones o divorcios, los notarios pueden atender declaraciones de herederos abintestato (sin testamento) si se trata de herederos colaterales. También muchas personas acuden a la notaría para reclamar deudas o para realizar inventarios como paso previo a decidir si aceptan o renuncian a una herencia.

Bodas y divorcios express en la notaría

Además de casarse por lo religioso o por lo civil y separarse en el juzgado, desde mediados de 2015 existe la posibilidad de hacerlo ante notario. Desde que la Ley de Jurisdicción Voluntaria atribuyese a los fedatarios esta competencia, el número de bodas por esta vía ha aumentado exponencialmente. No pasa lo mismo con los divorcios, ya que muchas personas siguen prefiriendo la vía tradicional de acudir a un juzgado representado por Abogados Divorcio Express. Es decir, el dato de divorcios ante notario también se ha multiplicado en los últimos años pero en menor medida que los matrimonios. No en vano, en 2017 se disolvieron ante notario un total de 7.762 matrimonios en toda España.

Sin embargo, esta nueva función de los notarios tiene sus matices:

  • Las separaciones o divorcios tienen que ser de mutuo acuerdo.
  • No puede haber menores a cargo de la pareja.

Hasta la entrada en vigor de la Ley de Jurisdicción Voluntaria, las separaciones solo se podían tramitar ante el juez. La reforma legal de 2015 otorgaba a los notarios la potestad para realizar separaciones y divorcios de mutuo acuerdo. No obstante, sigue siendo necesario un abogado y un convenio regulador acordado por las partes. Una vez estén definidos estos aspectos, el notario otorga la escritura correspondiente y eleva a público ante notario el convenio regulador acordado.

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