Cuando se rompe un matrimonio, es necesario prestar atención a muchos aspectos legales, y una de las cosas más olvidadas pero no menos importante, es el universo digital. Como especialistas en divorcios express, somos conscientes del protagonismo que toman las tecnologías en algunas relaciones, algo que puede traer muchos problemas en aquellas más tóxicas, si no se revisan las contraseñas y los aparatos electrónicos después de una separación. A continuación, damos todas las claves para una separación digital exitosa.
Modificar todas las contraseñas
Cuando una relación termina mal, la expareja puede causar verdaderos problemas si tiene a su alcance cierta información. Desde usurpación de identidad, hasta rastreo de la posición de la otra persona o espionaje, son algunas de las situaciones en las que te puedes encontrar si no cambias tus contraseñas.
Se trata del primer paso y el más importante, puesto que, si tu expareja es conocedora de datos como el DNI y tiene acceso a tu cuenta de correo electrónico, por ejemplo, puede acceder a todo tu mundo digital. Por eso, cambiar todas las contraseñas y números PIN es fundamental.
No hay que olvidarse de la contraseña de la red Wi-Fi, ya que, a través de ella, es posible comprobar todo el tráfico de datos y saber desde las búsquedas realizadas en Internet, hasta las páginas que has consultado o incluso las conversaciones mantenidas en herramientas de mensajería.
Tarjetas SIM clonada y aparatos de rastreo
No es una práctica muy habitual, pero algunas exparejas guardan una tarjeta SIM clonada, de forma que pueden conocer las llamadas y los mensajes SMS de verificación que pueden dar acceso a diferentes proveedores de servicios, entre otras cosas. En caso de sospecha, la solución es hacer un duplicado de la tarjeta en el establecimiento de nuestro operador de telefonía, par aque la tarjeta clonada se quede inoperativa.
Además, también hay accesorios móviles que llevan en su interior dispositivos de rastreo. Por eso, si tu expareja te ha regalado un cargador, por ejemplo, es el momento de desconfiar.
Pensar en todas estas cosas en el momento del divorcio puede evitar una gran cantidad de quebraderos de cabeza y posibles problemas en el futuro.