Abogados Divorcio Internacional
Evite problemas: resuelva su divorcio internacional en Madrid
¿En qué consiste el divorcio internacional?
Cada día es más habitual encontrar parejas de nacionalidades distintas que deciden comenzar una vida en común. El aumento de la movilidad internacional de las personas por razones de trabajo, estudios, ocio, etc. así como las relaciones iniciadas vía online, favorecen que cada vez nos encontremos con más parejas de nacionalidades diferentes. Lo que en un principio no supone un problema, puede ser una dificultad cuando esa pareja decide poner fin a su unión o matrimonio. Cuando nos encontramos ante un divorcio internacional es el momento en el que surgen dudas tales como en qué país se debe realizar el divorcio o cuál es la ley que tiene que aplicarse. Es importante acudir a profesionales expertos en derecho de familia internacional ya que los divorcios de parejas de distintas naciones conllevan relaciones jurídicas complejas. Será necesaria una perspectiva internacional para abordar los divorcios de los llamados matrimonios mixtos.
El divorcio internacional es aquel en el que las partes presentan unas peculiaridades respecto a sus nacionalidades, el lugar de residencia o el lugar donde contrajeron matrimonio. En el caso de España hablamos de divorcio internacional cuando las partes, sean españolas o extranjeras, tienen una conexión con España, bien por residencia, nacionalidad o lugar de celebración del matrimonio. Teniendo esto en cuenta, podemos encontrarnos con diversos casos de divorcios internacionales, aquí los más habituales:
- Cuando un cónyuge es español y el otro extranjero. Cuando los dos cónyuges son españoles pero el matrimonio se ha contraído fuera de España. Cuando ambos cónyuges son de distinta nacionalidad, pero el matrimonio se ha realizado en España. Cuando ambos son españoles y uno de ellos, o los dos, residen fuera de España. Etc.
Es evidente que los casos son múltiples y la complejidad variable por lo que los divorcios internacionales requieren abogados especialistas en derecho internacional privado, a poder ser bilingües, y muy implicados en lograr las soluciones más adecuadas. Solo así se evitarán los juicios eternos y los costes excesivos. La importancia de la residencia habitual. Aunque es un concepto controvertido y con una interpretación que requiere jurisprudencia, fijar cuál es la residencia habitual de los miembros de la pareja es fundamental a la hora de iniciar un proceso de divorcio internacional. Generalmente, se considera residencia habitual el lugar donde se centra la vida y los intereses de una persona. El lugar donde, de manera voluntaria, se mantiene una permanencia y donde se crean vínculos patrimoniales, laborales y sociales. Determinar cuál es ese lugar donde los cónyuges han establecido su vivienda habitual y donde tienen sus principales lazos personales y familiares, es clave y el primer paso para realizar un divorcio internacional lo más rápido y exitoso posible. Por supuesto, hablamos del lugar de residencia habitual en el momento en el que se inician los trámites del divorcio. ¿En qué país se tramita el divorcio internacional? Existen dos leyes internacionales básicas que regulan esta cuestión: el Reglamento Bruselas II BIS y, en defecto de éste, el artículo 22 de la Ley Orgánica del Poder Judicial. Sin entrar en detalles de leyes concretas, hay que decir que el Derecho Internacional tiende a iniciar los procedimientos judiciales en aquel país en que existen mayores conexiones. Este es el motivo de que no exista un único criterio legal. Lo que siempre se pretende es facilitar un divorcio con el menor perjuicio posible. Resulta un asunto complejo donde a la problemática propia de los procesos de divorcio, se une la problemática jurídica de determinar qué estado es competente para tramitar el divorcio, la ley aplicable, etc… Por todo esto, lo más adecuado es acudir a profesionales experimentados. No dudes en solicitar información sin compromiso poniéndote en contacto con nosotros, estaremos encantados de aclarar todas tus cuestiones y acompañarte en este proceso.