Diferencias entre divorcio notarial y judicial

A la hora de iniciar un proceso de divorcio hay que aclarar que existen diferentes tipos, destacando el divorcio notarial y el divorcio judicial.

Cada uno de ellos cuenta con una serie de particularidades que debemos saber. De esta manera, podremos escoger aquella opción que mejor se adapta a la situación de una pareja.

A través de este artículo conoceremos las diferencias entre divorcio notarial  y un divorcio judicial. En caso de que tengas cualquier duda relacionada con un proceso de divorcio, no dejes de contactar con nosotros y te ofreceremos una atención personalizada y rápida.

¿Cuáles son las diferencias entre divorcio notarial y judicial?

Una de las principales diferencias que merece la pena destacar es que, si hablamos de un divorcio notarial, este proceso no estará a disposición de aquellas parejas que cuenten con hijos menores de edad no emancipados, así como tampoco para aquellos que cuenten con hijos dependientes de los padres.

En ambos casos, la única solución disponible será el divorcio judicial y es que la prioridad será el bienestar del menor, lo que significa que se necesita la figura de un Juez, para que se encargue de aprobar el acuerdo mutuo al que han llegado los progenitores.

Otra de las diferencias que merece la pena destacar es que, si uno de los cónyuges no está conforme con el acuerdo presentado a través de un notario, tendrá la posibilidad de finalizar el proceso y cancelar el expediente de forma unilateral. Una vez realizado este trámite, deberá presentar el divorcio a través de vía judicial.

Sin embargo, es importante aclarar que no se podrá llevar a cabo este trámite de forma inversa, es decir, no existe la posibilidad de pasar del divorcio judicial al divorcio notarial, puesto que no existirá un acuerdo con lo redactado en el expediente.

¿Qué proceso de divorcio es más costoso?

Uno de los aspectos que cobran una mayor importancia en un proceso de divorcio, es conocer su coste económico. Bien, en el caso de un divorcio notarialse exige el pago del arancel que el notario nos cobrará por la redacción de la escritura.

En cambio, si hablamos de un divorcio judicial, existe la posibilidad de que sea gratuito, una situación que dependerá de los ingresos de la pareja.

En caso de que estés en busca de un trámite ágil y rápido, la mejor alternativa que tienes a tu disposición es el divorcio notarial, ya que la resolución será mucho más rápida en comparación a un divorcio judicial.

Otra de las diferencias que debemos aclarar entre estos tipos de divorcio, es que en el divorcio notarial tendremos la opción de que el Convenio Regulador incluya otro tipo de negocios jurídicos, algo que no sucede en un proceso judicial.

Si tenemos en cuenta que son significativas las diferencias que encontraremos entre un divorcio judicial y un divorcio notarial, es evidente la importancia de contar con el asesoramiento de profesionales cualificados y experimentados.

Si deseas resolver cualquier duda relacionada con un proceso de divorcio, te invitamos a contactar con nosotros. ¡Te ofreceremos toda la ayuda que necesitas!

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