Lo primero que hay que dejar claro antes comenzar con los asuntos que atañen a un divorcio es que la ley del 8 de julio de 2005, donde se modifica en Código Civil, suprime las causas legales de separación y divorcio eliminado la obligatoriedad de alegar una causa para ello.
Lo único que se exige a la hora de divorciarse es que hayan pasado al menos tres meses desde el matrimonio. Lo primero es saber de qué tipo de divorcio tenemos enfrente, de muto acuerdo o contencioso.
Tipos de divorcio
Divorcio de mutuo acuerdo: es el proceso de divorcio menos perjudicial para los miembros del matrimonio tanto desde un prisma personal como desde el económico. Este se presenta a través de un convenio regulador siempre que no presente una situación desfavorable para alguno de los miembros.
El contenido de este acuerdo incluye la disolución de bienes y la forma en que se gestionarán, en especial cuando hablamos de viviendas. En el caso de situación desfavorable se tendrá que pactar una pensión compensatoria, lo que suele ser uno de los puntos más conflictivos junto con temas de hijos si los hubiere (custodia, visitas, pensión alimenticia…)
Divorcio contencioso: se produce cuando los miembros no llegan a un acuerdo y será el juez quien decida. Este tipo de divorcio es más largo y costoso y además, respondiendo a la pregunta del título, sí obligaría a la contratación de un abogado de familia y por supuesto a acudir al juzgado para que cada parte haga sus aportaciones.
Divorcio exprés: este también es un procedimiento rápido y barato. Se introdujo en el año 2005 y significó un cambio importante para los miembros de un matrimonio que querían disolver su unión sin previa separación ni necesidad de dar motivos. Los únicos requisitos son el de estar de mutuo acuerdo y llevar al menos tres meses casados.
Factores del proceso del divorcio
La voluntad de ambas partes es el factor que marcará qué tipo de divorcio habrá.
El patrimonio de los miembros del matrimonio será necesario para tomar decisiones de índole económica, así como el régimen económico patrimonial.
Los hijos en común que tenga la pareja y la cuantía de las pensiones.
Dependiendo del tipo de divorcio, el proceso puede resultar más fácil y barato o más engorroso y caro. Los que tienen un acuerdo amistoso hacen más sencillo los trámites. De haber hijos habrá que ser meticuloso con el convenio regulador puesto que siempre prevalecerá el interés del menor.
¿Se necesita un abogado para un divorcio de mutuo acuerdo?
Sí, es necesario. No solo la contratación de un abogado sino también de un procurador de los tribunales. Lo que sí existe es la posibilidad de que ambos miembros del matrimonio compartan el mismo abogado o procurador.
La obligatoriedad de contratar un abogado en un divorcio de mutuo acuerdo lo recoge la ley en el fragmento que dice que “los cónyuges deberán estar asistidos en el otorgamiento de la escritura pública en Letrado en ejercicio”, que pertenece al artículo 82 del Código Civil.
La tarea del abogado de divorcios va más lejos del sencillo trámite de divorcio puesto que aún después de haber una sentencia firme, los conflictos entre cónyuges pueden seguir apareciendo. Muchas veces temas controvertidos como el incumplimiento de la pensión alimenticia o los regímenes de visitas dan lugar a desavenencias.
En el caso de que se pida un abogado de oficio también tendrá que pedirse un procurador de oficio. Ambos serán designados por orden de lista. En cambio en el caso de contratar un abogado particular será éste el que aporte el procurador.
Cada uno de los miembros en el proceso de divorcio estará asistido por un abogado y representado por un procurador sin olvidar la figura del mediador familiar, profesional que también podría tomar parte en un trámite de divorcio.
Procedimientos de divorcio
En los casos de divorcio de mutuo acuerdo, en efecto deberás contratar un abogado. Este redactará el convenio regulador en resultado del acuerdo que se alcance entre los miembros. Después de ello se abren dos opciones:
Procedimiento judicial: una vez hecha la demanda de divorcio y acordado el convenio regulador, el abogado presentará todo en el juzgado. En el caso de haber hijos menores, juez y fiscal serán los encargados de comprobar que el acuerdo no contiene pactos ilegales o que perjudiquen a los empleados.
En el caso de no haber hijos menores será el Letrado de la Administración de Justicia el responsable que apruebe el convenio regulador. Este también se encargará de certificar que ninguno de los acuerdos es perjudicial para hijos o cónyuges. En el caso de encontrar alguna irregularidad, será el juez competente quien decida.
Procedimiento extrajudicial: si los miembros del matrimonio no tuvieran hijos menores de edad, pueden ir a un notario para ejecutar el divorcio. En este caso el abogado presentará el convenio regulador junto a la escritura de divorcio.
Proceso de mediación familiar: si no es posible alcanzar un acuerdo con el cónyuge, lo recomendable es acudir a un mediador antes de comenzar un proceso contencioso. Esta es una figura dedicada a la solución de problemas con el objetivo de llegar a un acuerdo previo a recurrir al juez.
Documentación para el proceso de divorcio
Certificado literal de matrimonio, certificado de nacimiento de los hijos, certificado de empadronamiento (aunque no lo piden siempre), escrituras y documentos de propiedades (bienes muebles e inmuebles).
Certificados bancarios (planes de pensiones, préstamos, hipotecas, operaciones bancarias y por supuesto cuentas corrientes). DNI o NIE de los cónyuges, libro de familia, convenio regulador, certificado de empadronamiento y DNI y documentación acreditativa del abogado como colegiado ejerciente.
En conclusión y ante la pregunta “¿Es necesario un abogado para divorciarse?”, la respuesta es un rotundo sí. Es más, no solo serán necesarios los servicios de un abogado sino también será preciso el concurso de un procurador. Recordamos, eso sí, que estas figuras pueden ser compartidas por ambos cónyuges en el caso de que hayan decidido divorciarse de mutuo acuerdo.
