Las estadísticas nos lo confirman: cada vez hay menos bodas y, en caso de celebrarlas, los novios prefieren ceremonias más discretas. La cuestión es que, según un estudio reciente publicado por el diario ‘The Independent’, muchas de las bodas en las que se tira la casa por la ventana terminan en divorcios contenciosos o amistosos.
Las bodas más caras producen más divorcios
Aunque ya menos, muchas parejas siguen ahorrando durante años o pidiendo créditos al banco para sufragar los gastos del enlace. Según ese estudio, derrochar sin límites tiene una consecuencia: hacer más factible el divorcio. De hecho, insisten en que las parejas que más gastan en sus nupcias tienen más probabilidades de separarse.
En muchos casos, la escalada de gastos comienza con el anillo de compromiso. En España hay bastante libertad en este sentido. De hecho puede elegirlo tanto quien lo da como quien lo recibe. En cambio, en los países anglosajones como EEUU lo habitual es gastarse el equivalente a 2 meses de salario en la joya de pedida. Ahí es donde las cosas se pueden empezar a torcer. Según el estudio, gastar entre 2.000 y 4000 dólares en el anillo supone tener 1.3 posibilidades más de divorcio que quienes se gastan solo 500. Por supuesto, los gastos derivados de la ceremonia y el banquete también influyen de forma negativa y hacen que se sumen papeletas para tener que pasarse por Abogados Divorcio Express a tramitar la ruptura del matrimonio.
No podemos negar que la publicidad tiene mucho que ver con todo esto. Los anuncios han ido alimentando la creencia de que gastar grandes sumas de dinero en el anillo y la boda significa compromiso y que ayudará a tener un matrimonio más feliz. Sin embargo, los investigadores autores del estudio sostienen que cuanto mayores sean los gastos, más corto será ese matrimonio. Llegaban a esa conclusión tras encuestar a unas 3.000 personas casadas.
Por otra parte, mantienen que rodearse en la boda de toda la gente que realmente se aprecia influye positivamente en la duración de los matrimonios. Por eso, mantienen que es mejor no ahorrar a la hora de hacer la lista de invitados, sino al contratar servicios que pueden ser perfectamente prescindibles.