Un divorcio en Madrid puede venir motivado por muchas cosas. En ocasiones, las parejas se han cuenta del error que supone haberse casado y quieren romper el vínculo cuanto antes. Se puede optar por un divorcio express, sí, pero cuando hayan pasado tres meses desde la boda.
Durante el confinamiento por la pandemia de la Covid-19, las consultas de divorcios aumentaron. Son datos de la Asociación Española de Abogados de Familia (AEAFA). Una tendencia que ahora puede que no se traduzca en un incremento real teniendo en cuenta que la crisis económica disuadirá a muchas parejas de asumir los gastos que conlleva un divorcio.
Como decimos, aunque en Abogados Divorcio Express seamos especialistas en los procesos ágiles, para disolver un matrimonio tendrán que haber transcurrido, como mínimo, tres meses desde la boda.
Los artículos 81 y 82 del Código Civil fijan ese periodo mínimo a respetar. Transcurrido ese tiempo, puede solicitarse la separación legal o el divorcio. Lógicamente, la ley no exige que los cónyuges convivan durante los 3 meses siguientes a la boda. Dicho de otro modo, puede haber una separación de hecho. Después, transcurridos los 3 meses que contempla la norma, llegará el momento de que el juez o el notario declare el divorcio o separación. Se iniciará entonces el procedimiento judicial de divorcio según lo establecido en la Ley 15/2005, de 8 de julio.
Como en todo, hay excepciones
Por regla general, hay que respetar ese plazo de 3 meses desde la boda para divorciarse. A no ser, eso sí, que concurran una serie de circunstancias excepcionales contempladas por la ley. Situaciones graves ante las que no será necesario esperar. Por ejemplo, en casos de violencia de género. Si se prueba que hay un riesgo para la vida, la integridad física, la libertad, la integridad moral o libertad e indemnidad sexual del cónyuge que demanda o de los hijos, puede solicitarse el divorcio o separación sin esperar esos 3 meses desde la boda.
Recuerda que la demanda de divorcio de mutuo acuerdo puede presentarla bien uno de los cónyuges con el consentimiento del otro o bien ambos cónyuges conjuntamente.