Uno de los problemas más frecuentes, cuando un matrimonio decide romper con su vida conyugal, es determinar quién se queda con la casa. La respuesta es bastante sencilla, la vivienda familiar será el hogar de los hijos y, en su defecto, del miembro de la pareja que se queda con los niños. Esto puede ser así, aun cuando la vivienda sea propiedad en exclusiva del otro cónyuge. Puede darse el caso de que unos hijos se queden con la madre, mientras otros se van con el padre, en este caso le corresponderá al juez determinar quién se queda con la vivienda. Como abogados matrimonialistas en Madrid sabemos bien que el problema tiende a simplificarse cuando el matrimonio no tiene descendencia.
¿Quién disfruta la vivienda tras un divorcio?
Cuando no hay hijos la vivienda será del titular de la casa, aunque podría cederse de forma temporal al otro miembro de la pareja, en función de ciertas circunstancias como, por ejemplo, la protección por incapacidad o enfermedad. Esto no quiere decir que el dueño del inmueble vaya a perder la titularidad del domicilio, sino que se la cede a su ex pareja para uso y disfrute durante un tiempo determinado, pero la casa seguirá siendo suya.
En Divorcios Express queremos señalar una cuestión recurrente, con la que habrá que tener especial cuidado. Cuando se decide cesar la convivencia matrimonial es habitual que uno de los cónyuges abandone el hogar familiar, sin embargo, puede pasar bastante tiempo entre este hecho y la decisión de interponer la demanda de divorcio. Cuando el período de abandono del hogar es largo, la vivienda puede perder ese carácter conyugal, entendiéndose el abandono prolongado como una renuncia a la atribución de la vivienda como domicilio conyugal. Es recomendable no demorar demasiado el momento de interponer la demanda de divorcio, para evitar esta situación. En estos casos, no sólo se perderá el derecho sobre el inmueble, sino que pueden perderse documentos u objetos de valor.
Nuestra recomendación particular, como abogados matrimonialistas en Madrid, es que busques el asesoramiento necesario para conocer todos tus derechos y tomar las mejores decisiones para afrontar estos procesos, que pueden volverse tediosos y resultar desagradables.